jueves, 14 de junio de 2012

BOLETÍN ELECTRONICO 1 PRISIONEROS COMBATIENTES datos del primer informe exploratorio sobre el uso de niños niñas y adolescentes para los propósitos del conflicto armado en Colombia.


En febrero de 2012, la ONG Tribunal Internacional sobre la Infancia Afectada por la Guerra, afirmó horrorizada que la cifra de niños, niños y adolescentes vinculados a los grupos armados ilegales en Colombia  es 14 mil. No es para menos el asombro. Esta es una de las peores formas de trabajo infantil y una práctica que vulnera gravemente los derechos humanos.

Pero ¿quienes son las víctimas de esta forma de reclutamiento forzado? ¿cómo los reclutan? ¿a qué grupos pertenecen? ¿Quiénes son los reclutadores? ¿para qué o por qué los reclutan? Son algunas de las preguntas que se hace  la politóloga colombiana Natalia Springer, y quien para responderlas adelantó una juiciosa investigación de campo.

El Proyecto “Apoyo a la construcción de alianzas institucionales que fortalezcan procesos de paz y reconciliación en el departamento de Santander”, considera la divulgación de tal documento en la idea que pueda ser útil para los análisis del conflicto armado, la búsqueda de alternativas para la superación del mismo y la defensa de los derechos humanos.  
A continuación el resumen del Informe “PRISIONEROS COMBATIENES” publicado en 2010.

El Proyecto “Apoyo a la construcción de alianzas institucionales que fortalezcan procesos de paz y reconciliación en el departamento de Santander”, es adelantado por la Corporación Compromiso, con el apoyo de la Gobernación de Santander.

PRISIONEROS COMBATIENTES  
datos del primer informe exploratorio sobre el uso de niños niñas y adolescentes para los propósitos del conflicto armado en Colombia.
Dra. Natalia Springer

INTRODUCCION
Este reporte, nacido del esfuerzo por emprender el doloroso camino de identificar y evaluar el daño que el conflicto armado ha producido y sigue produciendo entre los niños, las niñas y los adolescentes, cumple con el objetivo de caracterizar los crímenes del reclutamiento y del uso de niños, niñas y adolescentes para los propósitos del conflicto armado en Colombia. Esto incluye la vinculación de niños, niñas y adolescentes de otras nacionalidades y como la ocurrencia del fenómeno en territorios de frontera.

Aquí entendemos que no existe el “reclutamiento voluntario” de niños, niñas y adolescentes
(NNA), pues toda vinculación es forzada independientemente de los medios de co-optación y que los niños no solo están siendo reclutados para combatir sino que son empleados bajo diversas modalidades por los grupos armados, modalidades que incluyen la milicia, la cooperación y las bases de apoyo1, todas orientadas a cumplir múltiples propósitos relacionados directamente con el desarrollo conflicto armado2. Este planteamiento está en sintonía con el derecho internacional humanitario actual, que interpreta el “usar menores para participar en enfrentamientos” de forma amplia, lo que incluye v.g. trabajos de inteligencia, apoyo o mensajería.3

La responsabilidad de estos crímenes no recae exclusivamente sobre los grupos armados ilegales sino además sobre todo tipo de bandas delincuenciales y organizaciones criminales especialmente aquellas al servicio del narcotráfico.


1 Jens Chr. Andvig, Child Soldiers: Reasons for Variation in their Rate of Recruitment and Standards of Welfare,
NUPI Working Paper No. 704, Oslo Norwegian Institute of International Affairs, 2006. Kwesi Aning y Angela
McIntyre, “From Youth Rebellion to Child Abduction: The Anatomy of Recruitment in Sierra Leone“, Invisible
Stakeholders: The Impact of Children on War, Angela McIntyre, ed., Pretoria: Institute for Security Studies 2004, page. 67-86.
2 Jo Becker, “Children as Weapons of War”, Human Rights Watch World Report 2004, New York: Human
Rights Watch 2004.
3 Véase Regla 137 del derecho internacional humanitario consuetudinario, ICRC, Customary International
Humanitarian Law: Vol. II Practice, Cambridge University Press 2004, Chapter 39, Sec D “Children must not be allowed to take part in hostilities” (…) “In the framework of the war crime of ‘using children to participate actively
in hostilities’ contained in the Statute of the International Criminal Court, the words ‘using’ and ‘participate’ have been adopted in order to: cover both direct participation in combat and also active participation in military activities linked to combat such as scouting, spying sabotage and the use of children as decoys, couriers or at military checkpoints. (…) the use of children in a direct support function such as acting as bearers to take supplies to the front line, or activities at the front line itself, would be included within the terminology”

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